jueves, 11 de junio de 2015

Amor a primera vista

Este post no va de relaciones sentimentales o no de relaciones sentimentales al uso, va del flechazo que uno puede llegar a sentir por una moto al instante, todo esto no quita que esté muy enamorado de mi chica y espero que no se ponga celosa, seguro que lo entenderá cuando ponga su culo en el asiento de atrás y nos demos una vuelta juntos con semejante máquina. 

Y yo seré inmensamente feliz!!!

Hoy me toca hablar de una moto que probablemente sea la que mejor sabor de boca me haya dejado de todas las que he probado hasta ahora, la KTM 1290 Superadventure. 


Desgraciadamente no pude probar así como a mí me gusta su hermana pequeña la 1190 Adventure. Tengo varios amigos que la poseen pero nunca ha cuadrado una prueba de las mías así que todas las sensaciones que me iba a proporcionar esta moto eran totalmente nuevas. 
A la 1190 ya la ponían por nubes pero no estaba libre de varios defectos gordos según la opinión pública. El primero y más desagradable los calores que se supone que desprendía la moto por la zona de la entrepierna, parece ser que hasta el punto de depilar a un bicho muerto antes de meterlo en el horno. 
El segundo defecto poseer un sillín duro como el colín de una moto de carreras, y por último llevar como transmisión final la tan menospreciada cadena. 
Aún a pesar de todos estos prejuicios no veía la hora de probar la nueva, la magnífica y tan esperada 1290 Superadventure. 

La buena noticia era que iba a poder disponer de ella casi a placer durante un par de meses ya que ahora estoy trabajando en Dues Rodes, que es el concesionario KTM de mí provincia, y por este motivo ahora sí que podré hacer una prueba "que te cagas".

A primera vista es bonita pero no entusiasma, muy parecida a su hermana pequeña, con mucho menos colorido pero con un gran depósito y una cúpula alta y estilizada cual rascacielos neoyorquino. 

Me tocó a mí montarla al sacarla de la caja por lo que tuve la posibilidad de comenzar a tontear con ella y meterle mano incluso antes de probarla. 

Pero lo peor de todo ha sido el verla todos los días durante tres semanas sin poderla probar, ahí aparcada en un rincón mirándome y echándome guiños embaucadores, todo por culpa de que no llegaban los papeles para matricularla. 
Cada día preguntaba yo si habían llegado los papeles pero nada, estaba yo ya como la loca de la canción de Maná que solo hacía que esperar a que volviera su amor que partió hace tantos años desde el muelle de San Juan.  
Pero al final todo llega y los papeles de la moto no iban a ser menos. Bueno, la loca sigue esperando a su amor que este me da a mí que no va a llegar, y más le vale a Maná que no llegue por que si no dejan de pinchar la cancioncita de marras. 

Al lío!

Matriculamos la moto, le monto la placa, pongo un poco de gasolina y miro presiones. 
La arranco y la verdad es que el sonido no me entusiasma. No suena como el bicilíndrico de dos pistonacos de 160cv que yo esperaba. Suena bien pero nada del otro mundo. 

Configuro la moto en todas las opciones de ajuste que nos proporciona el menú y me preparo para darle un paseo a la hora de la comida. Ya tengo decidida la ruta así que me subo y me voy.
Aquí quiero recalcar que desde siempre me ha condicionado mucho el sonido que se produce al meter primera en una moto que te subes por primera vez pero en esta moto solo se oye un minúsculo y débil "click" aún teniendo en cuenta que la moto tiene 0 kms. 

Primeros 500mts y me paro en la gasolinera a llenar el depósito. 30 litros nada menos. Con eso tiene que dar como mínimo para 500kms. 

Lo primero que noto es que todo es muy suave, incluso demasiado para lo que yo esperaba, lo que facilita las maniobras en marcha a muy baja velocidad. Nada de brusquedades ni de comportamientos inherentes a un motor muy potente. 

Es ágil y muy noble incluso con depósito lleno y no se nota el peso del conjunto como en otras motos. 

Puedes ir enlazando marchas incluso antes de lo recomendado ya que con punta de gas se las come todas. 

Una cosa que es generalizada en algunos vehículos muy potentes es que no sueles ser consciente de la velocidad a la que vas. En esta moto sí que eres consciente ya que percibes mucha información de como vas y lo que está pasando, pero de forma sutil. 
Otra cosa que me sorprende es que no parece que haya 160 cv debajo del culo.
Notas mucho empuje pero nada descontrolado o que te ponga en compromiso. Es dócil!!

Salgo de la ciudad y empieza lo bueno.  
Aquí comienzo a subir de vueltas pero nada te descoloca, todo sucede tal como deseas, no falta nada ni sobra nada. 
Empiezo a jugar con los modos del ordenador a ver si noto diferencias y enseguida se notan, cambiándole el comportamiento pero no el carácter, sigue siendo dócil. 

Me emociono, como no?, y aumento el ritmo, todo pasa más rápido, acelera una barbaridad, corre mucho, frena aún más pero todo sigue ocurriendo tal como esperas al momento de pedírselo. 
Sigue sin parecer un bicilíndrico de 160cv ya que hay finura, sótanos, bajos, medios y altos. Siempre hay, pero siempre bajo control. 

Me voy a hacer unas curvas y la sonrisa no me cabe dentro del casco. Esta moto es la leche, el cambio es delicioso, el embrague también. Imaginad si va bien que al principio pienso que lleva "shifter" hago la prueba definitiva pero no, no lo lleva. 
Curvas más cerradas, tiro más de freno y me encuentro con frenada de superbike pero la horquilla se hunde lo justo. Tracciona de maravilla y por mucho que tumbes siempre tienes la sensación de que podrías haber tumbado más sin problemas. 
Me olvido del embrague y sigo enlazando curvas como si de una deportiva se tratara. En cambios bruscos de dirección se notan los 30 lits del depósito pero no demasiado. 
Echo un vistazo al consumo medio y voy algo por debajo de 6 lits a los 100 a pesar de haber llevado un ritmo muy alto para una moto con apenas 40 kms. 
Por un lado tengo ganas de subir más el ritmo, por el otro me obligo a no subir demasiado la moto de vueltas ya que acabo de comenzar el rodaje. 

Me limito a ir en la zona media ya que así ya hay mucha chicha, pero mucha mucha y aún no he puesto el modo "sport" de gestión de inyección. Pero sigue siendo dócil. 

El sonido va mejorando o a lo mejor es que comienzo a pensar en él. 
Sigo sonriendo dentro del casco y me da por pensar que a lo mejor no es la moto adecuada para pasear con mi chica. Es facilísimo emocionarse. 

Al cabo de 130kms vuelvo al trabajo con las ruedas así:


La aparco cerca de mí, puedo echarle un vistazo desde mi puesto de trabajo y la "jodía" me sigue guiñando un ojo. 

Al día siguiente me la llevo a la sierra de noche para probar ese nuevo sistema de iluminación. 
Es sorprendente ya que eres plenamente consciente de cuando y como se encienden esas luces "cuneteras" a pesar de no verlas. Iluminan justo ahí donde lo necesitas. Yo pensaba que no llegaría a ver el tercer golpe, ese que se enciende más allá de los 30° de inclinación, pero resultó que es muy fácil tumbar más de esos 30° en casi todas las curvas, incluso de noche. 

Pegas:
Muy pocas, poquísimas, quizás colocar el sistema de control de velocidad en la mano izquierda y puestos a pedir, pediría iluminación de los botones de las piñas de noche. Nada más. 

¿Os imagináis que os encontráis una lámpara maravillosa que os permite pedir tres deseos?
Pues esta moto es la materialización de uno de mis tres deseos. 

¿Os acordáis de los defectos gordos de su hermana?
Pues el "achicharramiento" se acabó. El sillín sigue siendo algo duro pero muy cómodo para mi "pandero" y la cadena...
La cadena jamás ha sido para mí un defecto. 

Por último os pediría que no la probéis a no ser que estéis dispuestos a caer en la tentación. 

Carlos "Coco" Llabrés. 

P.d. Poco después me subí a mi propia moto, una BMW R 1200 GS Adventure del 2008, y tuve la sensación de subirme a un "Elefante somnoliento con parkinson". 



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